Eres tan feliz como tú quieras serlo. Es tu elección. El hecho es que Dios quiere que disfrutes de lo que ya tienes. En realidad, te ordena que disfrutes de lo que tienes y no codicies lo que tienen otros.
“Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento” Eclesiastés 6:9
Una de las marcas de la madurez de una persona es cuando puedes decir “basta, estoy feliz”. Lo cierto es que aprender a contentarse es un hábito que tenemos que cultivar y hay por lo menos cuatro pautas para lograr el contentamiento.
Resiste la comparación: ¿Conoces esta frase: “Siempre el pasto es más verde al otro lado”? No es cierto, tu pasto simplemente necesita ser atendido, eso es todo. No atiendas el pasto del vecino, él lo hará. Cuando nos comparamos mostramos que somos inseguros y pensamos que necesitamos lo que otros tienen para ser feliz.
Se feliz con lo que tienes: Aprecia lo que tienes y sé agradecido con Dios. En Eclesiastés 5:19 dice “Si Dios nos da mucho, también nos permite disfrutar de lo que nos da”. Dios quiere que disfrutes y estés agradecido por lo que ya tienes. Es un regalo. No tendrías nada si no fuera por Dios.
Usa lo que tienes para ayudar a otros: Dios no quiere bendecirte solo para tu propio beneficio. Quiere que lo compartas, ayudes a otras personas con eso. En Hechos 20:35 dice “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”
Enfócate en lo que tiene valor eterno: Todo lo que tenemos aquí en la tierra es pasajero. Nada de lo que ves va a durar. Presta atención a los valores permanentes. Reorganiza tu vida en torno a prioridades eternas. En 2 Corintios 4:18 dice “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
CONCEPTO IMPORTANTE
Una de las mejores lecciones que puedes aprender en la vida, es admirar sin tener que adquirir. No tengo que ser dueño de todo para disfrutar de la vida. Si estás comparando casas, automóviles, trabajos, apariencia, es una estupidez. Dios dice que solo crea insatisfacción.
El contentamiento solo viene cuando reconozco que Dios me ha bendecido sobremanera y comienzo a dar de lo mucho o de lo poco que tengo para bendecir a otros. En 1 Timoteo 6:19 dice “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir.”
Las únicas cosas que realmente duran por la eternidad son las cosas que no puedes ver, la relación con Dios y la relación con los demás.
MOTIVO DE ORACION
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para pedirte perdón por siempre querer más y por nunca estar satisfecho. Ayúdame a contentarme con lo que ya me has dado y crea en mi un espíritu dadivoso y generoso para contigo y mi prójimo.