LA CORAZA

Sin una coraza, un soldado estaría pidiendo la muerte. Los soldados de esa época tenían el escudo para protegerse de los golpes del enemigo. Pero durante el fragor de la batalla, esos golpes podrían provenir de direcciones inesperadas, o podría haber demasiados para protegerse con solo un escudo. La coraza proporcionaba protección vital al corazón y los pulmones contra lo inesperado.

“Ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia…para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” Efesios 6:11,14

Pablo dice que debemos vestirnos de 3 elementos vitales: la verdad, la justicia y el evangelio de la paz. Sin la verdad y la justicia estamos vulnerables y expuestos a una muerte espiritual segura.

¿Qué es la Justicia? La justicia de Dios es el estándar de Dios y está sincronizada con la verdad. Ser justo es hacer lo que es correcto a los ojos de Dios y guardar sus mandamientos. El pecado es lo opuesto a la verdad y la justicia. Entonces, para ser justo tengo que protegerme con la coraza de justicia.

¿Cómo uso la coraza de Justicia? Al permitir que la verdad de Cristo penetre mi mente y corazón, ésta actúa como una coraza. Mi vida se conforma más a la imagen de Cristo (Romanos 8:29) y mi comportamiento se vuelve más justo. Al ser una persona justa podré hacerle frente a las tentaciones y los engaños (Salmos 23:3).

¿Qué pasa si maltrato mi Coraza? Cuando se maltrata o se daña la coraza ésta llega a ser vulnerada. Hay varios factores que pueden interferir con la efectividad de nuestra coraza espiritual como: el descuido (1 Pedro 5:8), la incredulidad (Hebreos 3:12), el abuso de gracia (Romanos 6:1-2) o la desobediencia (1 Juan 3:4).

¿Cuándo debo de usar la Coraza? La guerra espiritual no es un evento de una sola vez; más bien, requiere una vida de acción constante. Únicamente vestido con la coraza de justicia podemos asegurarnos que «el efecto de la justicia sea la paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre» (Isaías 32:17).

CONCEPTO IMPORTANTE

Sin la coraza de justicia es fácil tolerar el pecado, rehusarse a perdonar (2 Corintios 2:10-11), y confiar en nuestra propia justicia (Tito 3:5).

La verdad y la justicia están estrechamente relacionadas. Los poderes de las tinieblas están listos para atacarnos a la menor señal de no estar vestido con la coraza de justicia. Sin la coraza las asechanzas de Satanás «deshacen» la rectitud personal.

No podemos esperar que la coraza permanezca bien sujeta a menos que permanezcamos sujetos a Sus mandamientos. En efecto, tenemos que llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5).

Por tanto, rechacemos rápidamente las ideas heréticas, la idolatría y el consejo de los impíos (Salmo 1:1) y miremos a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2).

MOTIVO DE ORACION

Señor Jesus hoy vengo delante de ti para agradecerte por ofrecerme la coraza de justicia para poder estar firme contra las acechanzas del diablo. Hoy te ruego que puedas llenar mi mente y corazón de tu verdad y así estar firme.

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