¡Dios me ha creado de manera única y especial! Mi temperamento y personalidad es parte de la creación perfecta de Dios. Por ello Dios dispuso incluir esto dentro del primer y más importante mandamiento. Dios te puso aquí en la tierra para aprender a amarlo con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” Marcos 12:30
Todos tenemos un corazón, alma, mente y fuerzas y sin embargo de acuerdo a nuestra personalidad y temperamento algunos usamos mas el corazón, o mas la mente, e inclusive otros más las fuerzas. Pero Jesus dice que debo de incluirlo todo dentro mi amor a Dios.
Amar a Dios con el Corazón: Hay personas que son puro corazón, tienen un enorme corazón para todos y todas las cosas. Pero no tienen fuerzas para restringir su boca o usar su mente para resolver conflictos. Si tengo un problema con insultos, malas palabras, no es un problema con mi boca. Este es un problema en mi corazón.
Amar a Dios con mi Alma: Hay personas que son almáticas, se dejan controlar por el alma y ello significa vivir como en una montaña rusa, en un momento puedes estar en la cima, pero unos minutos después en la fosa. La persona almática no puede vivir una vida cristiana victoriosa, porque el alma es más inestable que una silla de dos patas.
Amar a Dios con tu Mente: La persona mental quiere estudiarlo y calcularlo todo. Personas que solo aman con la mente tienen un problema…lo quieren racionalizar todo lógicamente y esto alimenta su conocimiento y a la vez eleva su ego.
Amar a Dios con tus Fuerzas: Al igual como las demás personalidades los hacedores tienen una tendencia de enfrentar la vida en un solo sentido…trabajar, trabajar y trabajar. La persona que solo basa su amor a Dios a través de la fuerza de hacer viene a ser “como metal que resuena, o címbalo que retiñe” (1 Corintios 13.1).
CONCEPTO IMPORTANTE
Dios quiere que lo ames, que lo adores y que lo sirvas con tu personalidad. Dios no quiere que lo adores como si fueses otra persona. Él quiere que lo hagas con la personalidad que te dio, pero esta tiene que estar balanceada en todo.
Así que tienes que adorar a Dios con tu corazón, con tu alma, con tu mente y con tus fuerzas. Es muy probable que una de estas formas te sea más fácil que la otra, pero tenlo por seguro que si no combinas todas ellas algo te estará faltando para completar tu adoración plena a Dios.
Dios
quiere que lo amemos completa y enteramente a través del sentir, el pensar, y también
a través del hacer. Él se goza al recibir nuestra adoración en espíritu y en
verdad.
MOTIVO DE ORACION Señor Jesus hoy vengo delante de ti para agradecerte por haberme enseñado a amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Hoy me comprometo a buscarte todos los días de mi vida.