“Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará; pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo” Mateo 24:12-13
Todos hemos experimentado en algún momento en nuestra vida una meseta, que es llegar a un punto donde ya no hay cambio. Una meseta o estancamiento puede ocurrir en muchas áreas de nuestras vidas cuando ya no progresamos en algo.
El espíritu de estancamiento es un espíritu obstinado, no desaparece por sí solo, hay que orar y actuar agresivamente para sacarlo de la vida. Dios no quiere que nos estanquemos, sino que crezcamos y que tengamos éxito para serle útil. He aquí tres alertas de que estamos estancados.
Cuando dejas de aprender: Cada vez que te encuentres resistiéndote a una nueva forma de hacer algo estas perdiendo la oportunidad de aprender algo nuevo. Y cuando no aprendes te estancas en tu propia ignorancia.
¿Cuál es la clave para superar esta condición? En el Salmos 51:10 David le pedía a Dios “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí”. Debes continuar pidiendo a Dios que siga renovando tu espíritu, tus ganas de aprender más de Él y de Su obra alrededor tuyo.
Cuando dejas de preocuparte por los demás: El estancamiento produce ensimismamiento y uno deja de conmoverse por el sufrimiento de otros. Una persona estancada se está asfixiando a sí misma porque se vuelve cínica. En Filipenses 2:4 dice “No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás”.
Si te has encontrado en esta trampa, hay esperanza. Si quieres recuperar tu corazón por las personas, debes hacer las cosas que hiciste al principio, amarlas desinteresadamente.
Cuando dejas de escuchar consejos: Si no podemos recibir consejo e instrucción, nos volvemos necios, no importa cuán prósperos seamos en la vida. Empezamos a odiar que nos corrijan y nos volvemos justos ante nuestros propios ojos en cada situación. En Proverbios 12:15 dice “Los necios creen que su propio camino es el correcto. Mas el que obedece al consejo es sabio”.
Al no aceptar consejos tenemos garantizado nuestro estancamiento y con ello estamos abriendo las puertas hacia una vida llena de problemas.
CONCEPTO IMPORTANTE
Las personas se estancan cuando se aíslan de Dios y dejan de responder a las necesidades de los demás. Dios nunca planta a alguien para que permanezca en el nivel de semillero. Se espera que crezcas y des frutos y es por eso que no puedes darte el lujo de estar espiritualmente estancado.
Nunca dejes de aprender. Leer y releer la Biblia. Escuchar podcasts y sermones. Leer libros, blogs y revistas. Asistir a conferencias y seminarios. ¡Sigue alimentándote!
Interésate por otros. Deja que te cuenten sus problemas, sus aspiraciones, sus sueños y sus heridas. Igualmente se abierto a sugerencias, consejos y críticas constructivas. Busca otras perspectivas. Entonces tu amor por Dios y los demás no se enfriará y te mantendrás firme hasta el final.
MOTIVO DE ORACION
Señor Jesus hoy vengo delante de ti para confesar algo que tu ya sabes, estoy estancado. Vengo a pedirte hoy que puedas abrirme al consejo tuyo y de los demás. Crea en mi un corazón limpio y renueva mi espíritu.