“Así que no se preocupen en absoluto por tener suficiente comida y ropa. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos” Mateo 6: 31-32
Si eres como yo, a menudo te sientes abrumado por tanto que hacer y tan poco tiempo para hacerlo. Como resultado comenzamos a trabajar y asumir responsabilidades dejando totalmente fuera a Dios de todo plan y ejecución.
La señal evidente de que esto está ocurriendo en tu vida es el estrés. Tu preocupación revela tu fe. Probablemente de palabra dices que dependes de Dios, pero en la realidad no es así. He aquí tres correcciones que tenemos que hacer en nuestra vida.
Renuncia a tu independencia: Estamos entrenados, desde el momento en que nacemos, para depender y confiar en nosotros mismos. Es más, se nos enseña “Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos”. ¡Mentiras del Diablo! No es Bíblico.
En el Salmos 20:7 dice “Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros sólo confiamos en nuestro Dios”. Dios ayuda a quienes lo buscan como su única fuente de ayuda. Todo intento de hacerlo independientemente de Dios será un fracaso rotundo.
No confundas el medio con la fuente: Tenemos la tendencia a confundir el medio con la fuente para satisfacer nuestras necesidades. Incluso creyentes de muchos años caen en esta trampa. Tendemos a pensar que nuestros recursos provienen de nuestra empresa, ministerio, cuenta bancaria, u otras personas.
En Santiago 1:17 dice “Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre”. El lugar de donde provienen los recursos son medios que Dios usa, pero Dios sigue siendo la fuente de todas ellas.
Cultiva la integridad: Decir que Cristo es nuestro Señor y Rey, pero querer controlarlo todo es falta de integridad. El primer paso para cultivar la integridad espiritual es reconocer que no siempre somos honestos. En 2 Corintios 13:5 dice “Examínense para saber si su fe es genuina. Si no confían en Cristo de verdad, es porque él no está en ustedes”. Si mi preocupación y estrés son grandes es sencillamente porque Cristo está en mi lengua, pero no en mi mente y corazón.
CONCEPTO IMPORTANTE
Jesús tiene palabras fuertes acerca de nuestra preocupación y nuestra fe. Lo compara con el ateísmo. La preocupación dice de que Dios no puede hacerse cargo de tus necesidades. Si crees eso, bien podrías ser un ateo.
Si confiamos en el Señor como nuestro Pastor, no solo le confiaremos una parte de nuestra vida, sino de toda. Ya sea que necesites más obreros, más recursos, más creatividad, más tiempo, Dios es totalmente capaz de proporcionártelo. Solo tienes que depositar tu fe en El.
Tu verdadera fuente, Dios, nunca se secará. Puedes contar con ello. Mantén tus ojos en El y la preocupación no sobrevivirá esa acción. Él puede usar un medio diferente al que esperas porque su creatividad es inagotable. Todo intento de hacerlo independientemente de El resultara en mas preocupaciones.
MOTIVO DE ORACION
Señor Jesus hoy vengo delante de ti reconociendo que no soy honesto. De palabra digo que confío en ti, pero de acción confío más en mí. Hoy me rindo y te proclamo Señor y Rey de mi vida. Te entrego todas mis preocupaciones.