“Y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios” Efesios 6:17
Para un soldado romano, la espada servía como arma ofensiva contra los enemigos. Cuando está afilada, la espada puede atravesar casi cualquier cosa, lo que la convierte en una herramienta muy eficaz. La espada también era una arma defensiva y requería entrenamiento para usarla.
Todos los soldados cristianos necesitamos el mismo entrenamiento rígido para saber manejar adecuadamente la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Solo así será una defensa eficaz contra el mal, pero también será una arma ofensiva que usamos para derribar baluartes del error y la falsedad. He aquí cuatro funciones de la Espada del Espíritu.
La palabra penetra y abre: La palabra de Dios penetra tanto en el alma como en el espíritu. En Hebreos 4:12 dice “Pues la palabra de Dios…penetra hasta lo más profundo…Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos”. Para que una persona sea transformada es imperativo que el duro corazón sea abierto, de lo contrario no habrá cambios.
La palabra nos desnuda: Solo la Biblia puede mostrarnos quiénes somos realmente, en lugar de la persona que percibimos que somos. En Hebreos 4:13 dice “Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas”. La espada del Espíritu desnuda y saca a la luz la corrupción dentro de nosotros.
La palabra nos cura: Una vez abierto nuestro corazón y todas las caretas quitadas de nuestra vida, podemos experimentar la sanidad que trae la palabra de Dios. En Proverbios 3:1,8 dice “No te olvides de mi enseñanza…Será medicina para tu cuerpo y alivio para tus huesos”. La espada del Espíritu cura las heridas más profundas del corazón y trae alivio.
La palabra nos protege: La espada del Espíritu no solo es un arma defensiva sino mayormente ofensiva. En el Salmos 119:114 dice “Tú eres mi escondite y mi escudo, en tu palabra he puesto mi esperanza”. La palabra de Dios nos protege de las mentiras del diablo y sirve para contrarrestar sus ataques. Sin la espada del Espíritu sólo nos espera el fracaso.
CONCEPTO IMPORTANTE
La Espada del Espíritu, la Palabra de Dios, es la única arma ofensiva en nuestro arsenal. Las armas defensivas nos protegen, pero la Palabra de Dios es nuestra arma letal. Es por ello que necesitamos saber cómo manejar la Palabra correctamente.
Para ser un guerrero eficiente debemos leer la Palabra con regularidad. Sumérgete más profundo en ella. Lee un versículo para pensar a lo largo del día, un capítulo o un plan de lectura. Luego, memoriza la Palabra. Elige algunos versículos que hablen de un desafío personal y úsalos para defenderte del enemigo.
Quisiera animarte a empuñar la Espada del Espíritu en tu vida diaria. Recuerda que la Palabra de Dios es la verdad suprema y con ella podemos permanecer firmes en Sus promesas. ¡Con la Espada del Espíritu de nuestro lado, somos imparables!
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para agradecerte por tu Palabra, la Espada del Espíritu. Hoy vengo a reconocer que no he sido diligente en leer y estudiar tu palabra. Hoy me comprometo, con tu ayuda, a leer todos los días tu Palabra.