“Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer. Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan ”1 Corintios 10:12-13
Mantener algo limpio es mucho trabajo porque continuamente la suciedad quiere imponerse. Más y más personas están cayendo presas de las tentaciones morales, espirituales y físicas. Nada daña más tu eficacia y legado que el fracaso moral.
Parte del desarrollo de la pureza moral es comprender cómo la tentación inmoral seduce y somete a los creyentes. Tener sabiduría en cuestiones morales incluye comprender el proceso del fracaso moral. He aquí cuatro pautas para ello.
Sé honesto contigo mismo: Cuando estás cansado, eres vulnerable a muchas cosas como el desánimo, depresión y tentación. En Efesios 5:29 dice “Porque nadie desprecia su propio cuerpo. Al contrario, lo alimenta y lo cuida”. Algunos no admiten estar cansados. Descuidar el cuerpo es un peligro porque reduce nuestra resistencia a la tentación.
Protege tu mente y corazón: La ciencia nos informa que no hay diferencia entre cuando imaginas algo y cuando algo sucede. La batalla contra el pecado siempre comienza en tu mente y corazón. En Proverbio 4:23 dice “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida”. Si pierdes el control en tu mente, entonces ya has perdido la batalla.
Recuerda las consecuencias: Cuando te sientas tentado, piensa en las graves consecuencias que tendrás que enfrentar si cedes a ella. En Hebreos 11:25 dice “Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado”. El pecado es divertido y nadie lo haría si no fuera divertido. Pero el placer momentáneo comparado con el dolor de las consecuencias no vale la pena.
Toma los recaudos necesarios: La mayoría de las tentaciones morales no vendrán anunciadas con un cartel gigante, sino siempre en forma sutil y sigilosa. En Mateo 26:41 Jesús dice “Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”. En otras palabras, toma todos los recaudos posibles para estar alerta a cualquier situación que pueda atentar contra tu pureza integral.
CONCEPTO IMPORTANTE
Aprender sobre el proceso de cómo es que cedemos a la impureza moral es una parte vital para entender cómo defendernos adecuadamente. Hacer caso omiso al cansancio en nuestro cuerpo solo permite el debilitamiento de las defensas y con esto nos exponemos al fracaso moral.
No seríamos tentados si no hubiera algún tipo de placer en la tentación. Es por ello que debemos de estar alerta en nuestra mente y en corazón para saber cuándo algo será peligroso para mi o no. No se puede minimizar las consecuencias devastadoras, de por vida, que una debacle moral puede traer.
Necesitamos orar unos por otros y apoyarnos unos a otros. Necesitamos recordar que en el momento en que pensamos que estamos más allá de la tentación, es cuando somos más vulnerables.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para reconocer que soy débil y que tengo problemas en mantener mi pureza moral. Hoy te ruego que me limpies, me sanes, y me ayudes a estar fuerte frente a las tentaciones.