“Alzaré mis ojos a los montes ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra” Salmos 121:1-2
En tiempos de extrema presión, Dios amplía nuestra fe y profundiza nuestra dependencia de Él. Sin una fe fuerte y permanente, podemos ceder rápidamente a la tentación y al miedo, especialmente cuando la prueba o dificultad es intensa o prolongada.
Cuando David se enfrentó al gigante Goliat, él desarrolló su confianza en Dios hasta que se volvió inquebrantable. David cimentó su fe en la soberanía de Dios y por eso sabía que no fallaría. He aquí cuatro pasos para hacer lo mismo en tu vida.
Recuerda las victorias pasadas: Una de las mejores tácticas para ganar una batalla es armarse con el valor de victorias pasadas. David dijo en 1 Samuel 17:34 “Tu siervo era pastor de ovejas y cuando venía un león, o un oso, yo lo hería y lo mataba”. Tienes que hacer memoria de como Dios te ha ayudado en el pasado para enfrentar los desafíos presentes.
Rechaza la negatividad: Nadie en el campamento israelita alentó a David en su búsqueda para derrotar a Goliat. En 1 Samuel 17:33 dijo Saúl a David “No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él, porque tú eres muchacho”. Si David hubiera hecho caso a los comentarios negativos, se habría dado por vencido, pero él los ignoró.
Reconoce la fuente de poder: David entró en la batalla gritando a su arrogante oponente de donde vendría su poder y victoria. En 1 Samuel 17:47 dice “¡Esta es la batalla del Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos!”. El reconocimiento público del poder de Dios mueve Su mano a nuestro favor.
Responde al desafío con convicción: Incluso antes de pisar el campo de batalla, David sabía que no perdería. Sabía que no era su reputación la que estaba en juego, sino la de Dios. David dijo en 1 Samuel 17:45 “Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor, a quien tú has desafiado”. David declaró firmemente su creencia de que no podía perder porque Dios estaba con él.
CONCEPTO IMPORTANTE
Sea cual sea el “Goliat” al que te enfrentes, debes asegurar y repetir una verdad en lo más profundo de tu corazón “Dios me ama, mi socorro y ayuda vendrá de Él”.
En lugar de ceder a pensamientos negativos, comprométete a confiar en Dios, incluso cuando todo se ve oscuro y nublado. Si Dios lo hizo una vez lo puede volver a hacer otra vez. Entrénate para mirar más allá de lo que puedas ver por ahora.
Cuando te enfocas en la verdad de la Palabra de Dios, siempre saldrás ganando. Responde a los desafíos con la convicción de que con Cristo eres más que vencedor y si Dios está contigo quién podrá contra ti. Si lo crees en tu corazón y lo confiesas con tu boca, Dios será glorificado y tú serás bendecido.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para darte gracias por haberme rescatado muchas veces en el pasado. Hoy vengo a depositar mi fe y confianza en ti porque estoy convencido que de ti vendrá mi socorro y ayuda.