“A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor” 1 Timoteo 1:2
La manera de cómo tu oras por tu familia y amigos es más importante de lo que tú crees. Es un hecho que cuando oramos generalmente pedimos por toda nuestra lista de necesidades y al final, si sobra tiempo, oramos por otros.
Dios quiere que seas como Él, y Dios ama a todos por igual. Una de las formas de demostrar que tienes amor es que estás dispuesto a desear a otros lo mismo que tu deseas para ti. En la Biblia encontramos que hay tres cosas que deberíamos desear para otros.
Gracia de Dios: La gracia es el regalo inmerecido que Dios me otorga. El Señor se relaciona con nosotros sólo por Su gracia. Su gracia proporciona salvación aunque merecíamos la destrucción. En 1 Timoteo 1:14 dice “Ciertamente la gracia de nuestro Señor se derramó sobre mí con abundancia, junto con la fe y el amor que hay en Cristo Jesús”. Al orar por otros pido que la gracia de Dios pueda derramarse sobre la otra persona aun cuando no lo merezca.
Misericordia de Dios: La misericordia retiene el castigo que merecemos. La consecuencia de nuestro pecado es la muerte, sin embargo, Jesús pagó esta pena por nosotros. En 2 Pedro 3:9 dice “El Señor es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. Al orar por otros posiblemente tu primer impulso es decir “Señor dale su merecido”. Pero al orar por la misericordia de Dios debemos de recordar que también nosotros merecemos castigo.
La paz de Dios: Es un estado de mente y corazón que experimentamos cuando confiamos en la gracia y la misericordia de Dios hacia nosotros. En Filipenses 4:7 dice “La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Al orar por la paz de Dios para otras personas lo hago como producto de desear gracia y misericordia a ellos. Esto produce paz en mi corazón y genera paz en mi relación para con otros.
CONCEPTO IMPORTANTE
Dios quiere bendecir tu vida y luego verte bendecir la vida de otras personas con los mismos beneficios que Él te da a ti. Su gracia nos trae cosas buenas cada día porque es un regalo suyo.
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Dios es paciente y demorará en darnos nuestro merecido castigo para que tengamos todas las oportunidades de arrepentirnos y recibir su regalo de salvación. Dios quiere que nosotros ejercitemos esta misericordia para con otros al orar por ellos.
Cuando oramos por la paz para otros estamos operando en la atmósfera de Dios quien mandó a su Hijo para que tengamos paz para con Dios y otros. No podría haber mejor petición que pedirle al Señor que les dé a otros una abundancia de Su gracia, Su misericordia y Su paz.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para agradecerte por tu grande amor hacia mi persona. Hoy te pido que me ayudes a bendecir a otras personas y me uses para compartir tu gracia, misericordia y paz.