HAGO LO QUE ME DA LA GANA

“Algunos dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana” 1 Corintios 10:23

“No me importa lo que tu piensas, lo voy a hacer porque me da la gana”. “Si no te gusta es tu problema, porque tengo derecho a mi libertad”. Estas expresiones se han vuelto virales. Vivimos en tiempos donde personas le han dado rienda suelta a sus antojos y sus deseos.

Sin embargo, el costo del libertinaje tiene un alto precio y también deja daños por doquier. De hecho, las Escrituras nos dicen que hay por lo menos tres áreas en las que debemos limitar nuestra libertad.

Cuando transgrede mandamientos: Muchos van en contra de lo que la Biblia claramente nos enseña a no hacer. En 1 Juan 3:4 dice “Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley”. El adulterio, robar, y mentir tienen consecuencias para todos.

La Biblia también dice que no ayudar a alguien cuando podrías hacerlo, es un pecado. Fuimos creados para vivir en comunidad y por tanto hacer lo que me da la gana tiene consecuencias negativas para todos.

Cuando no estamos seguros: En ocasiones uno se encuentra en situaciones que no son claramente identificadas como pecado. Si tienes dudas en ver una película o contar un chiste de mal gusto, es mejor que no lo hagas.

En Romanos 14:23 dice “Pero el que tiene dudas en cuanto a lo que come se condena; porque no lo hace por convicción. Y todo lo que no se hace por convicción es pecado”. Recuerda este principio que si tienes dudas, es mejor que no lo hagas.

Cuando hacemos tropezar a alguien: Ser parte de una acción que hace caer en desgracia a otra persona es pecado. En Mateo 18:6 dice “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino, y que se le hundiese en lo profundo del mar”. Jugar con las emociones de otra persona, simplemente porque me da la gana, es pecado.

CONCEPTO IMPORTANTE

Hacer lo que le da la gana a uno parece ser lo más natural y correcto, pues todo el mundo lo hace. Es más, usamos a veces la excusa de que Dios nos creó con el libre albedrío o que nuestra decisión no debería importar a otros.

Sin embargo, todas nuestras acciones tienen consecuencias y afectan a todas nuestras relaciones. La Biblia nos enseña que hay momentos en los que debemos limitar nuestra libertad. De hecho, tu actuar en libertinaje obstaculiza la obra de Dios.

Cuando sabemos que algo anda mal y lo hacemos de todos modos es una receta perfecta para meternos en problemas. La Biblia dice que no todo lo que uno quiere y hace, conviene; ni todo fortalece tu vida cristiana. Toma esta oportunidad para evaluar tus acciones y asegurar que estén alineadas con los principios de Dios.

MOTIVO DE ORACIÓN

Señor Jesús hoy vengo delante de ti reconociendo que a veces vivo mi vida haciendo lo que me da la gana y que esto me ha metido en problemas. Hoy te pido perdón y ruego que me ayudes a vivir con tus principios y mandamientos.

Deja un comentario