La codicia, que también es conocida como avaricia, es la tendencia a ser egoísta, tacaño y de acaparar todo para uno mismo. Una persona que es codiciosa querrá tener más de lo necesario o merecido.
“No codiciarás la casa de tu prójimo, la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.” Éxodos 20:17
Es difícil, en nuestra cultura, querer estar contento con lo que tenemos. Todos los días somos bombardeados con anuncios para tener y conseguir más. Esto produce en nosotros un deseo insaciable por tener más y existen 5 efectos tóxicos de la codicia.
Fatiga: En nuestro esfuerzo por obtener más trabajamos demasiado y asumimos más trabajos. Todos en la familia trabajan. Es una carrera material y todo el mundo está cansado y fatigado. En Proverbios 23:4 dice “No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste”.
Deuda: La codicia destruye los presupuestos. Creemos que el problema es que no gano suficiente dinero. No, no es que no ganes suficiente dinero, el problema es que tú quieres demasiado. Entonces, como queremos más, nos endeudamos más y más. La codicia crea un hambre insaciable.
Preocupación: Cuando nos concentramos en las cosas materiales, inevitablemente siempre nos preocupamos. Cuanto más tienes, más tienes de qué preocuparte. En Eclesiastés 5:12 dice “La gente trabajadora siempre duerme bien, coma mucho o coma poco; pero los ricos rara vez tienen una buena noche de descanso.” Cuanto más tienes, más tienes de qué preocuparte.
Conflicto: Si sumas fatiga, deuda y preocupación entonces tienes conflicto. En Santiago 4:1 dice “¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior?” La codicia causa conflictos entre nosotros que son difíciles de reparar.
Insatisfacción: Las cosas pueden traer felicidad por un tiempo. Pero la emoción no dura mucho. La emoción desaparece. En Eclesiastés 5:10 dice “¡Qué absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad!” Nos aburrimos de las cosas y por esto queremos tener algo nuevo y es por ello que la codicia solo trae insatisfacción.
CONCEPTO IMPORTANTE
Dios dice: “No codicies lo que otros tienen”. No codicies el trabajo, el auto, la casa, la esposa o el marido de otra persona. Dios dice no lo hagas porque te estarás metiendo en problemas y arruinaras tu vida.
La persona codiciosa lleva su trabajo a casa, está frustrado, está pensando en ello toda la noche, da vueltas y no duerme. Sin embargo, la persona que no codicia, trabaja, se va a casa, come feliz, ama a su familia, y duerme tranquilo.
Por ello debemos de poner nuestra mira en las cosas de más valor. En 2 Corintios 4:18 dice “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
MOTIVO DE ORACION
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para confesar que tengo un espíritu de codicia en mi corazón. Hoy en tu nombre lo hecho fuera de mi vida. Ayúdame a confiar en ti para todas mis necesidades y lléname de tu palabra para no pecar contra ti.