“Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece”. Efesios 4:16
Una de las razones por las que creo que el mundo está en tan mal estado es porque la gente ya no sabe cómo trabajar en equipo. Trabajan unos contra otros en lugar de trabajar unos con otros. Los problemas se acrecientan en la medida que vemos a los demás como una competencia en vez de aliados.
Los estudios de negocios muestran que el factor número uno para ser promovido a un puesto superior es tener buenas habilidades sociales. La razón número uno por la que se despide a la gente es por no llevarse bien con los demás. He aquí tres pautas para trabajar en equipo.
Desarrolla un espíritu de trabajar en equipo: Si quieres alcanzar tu sueño, tendrás que trabajar en equipo con otros. Tienes que enfocarte en la cooperación, no en la competencia. En 1 Corintios 3:9 Pablo dice esto “Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios”.
Si solo te enfocas en tu tarea, en tu meta, tu sueño y no te enfocas en ninguna de las personas que te rodean, no lograrás mucho. La obra de Dios siempre se hace en sociedad con otros.
Busca a los que tienen voluntad: Ama a todos, pero trabaja con los que tienen voluntad de hacerlo contigo. Tendrás personas en tu vida que te defraudarán y decepcionarán, pero no las juzgues.
En Romanos 4:10 dice “Todos tendremos que presentarnos delante de Dios, para que él nos juzgue”. No te amargues, ama a todos y mantén tus ojos en las personas que quieren trabajar contigo.
Nunca dejes de decir gracias: Vive con una actitud de gratitud. ¿Sabías que cuando aprecias a las personas, en realidad aumentas tu valor? Pablo dice en Efesios 1:16 “No he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constantemente en mis oraciones”.
Reconoce a las personas por nombre, por su actitud, su entrega y por su sacrificio. Decir gracias valora a los demás, une al equipo y por ende todo el cuerpo crece más.
CONCEPTO IMPORTANTE
Si quieres tener éxito en la vida, necesitarás la ayuda de otras personas. En el cuerpo de Cristo no hay lugar para “Llaneros Solitarios”. Nunca alcanzarás tu sueño por ti mismo. Dios nos creó para ayudarnos unos a otros.
No todo el mundo querrá ser parte del sueño que Dios te dio. No te preocupes por eso. No te estreses y no te deprimas por ello. Jesús amaba a todos. Predicó a multitudes, pero entrenó a 70 y solo discipuló a 12.
Mira a tu derecha, mira a tu izquierda, y verás quién está sirviendo a tu lado. Dale gracias a Dios por ellos. Somos parte de un solo equipo que está sirviendo junto para hacer crecer el cuerpo de Cristo y establecer Su Reino aquí en la tierra.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para darte gracias que no estoy solo. Gracias por las personas con quienes puedo trabajar junto para tu honra y gloria. Pon en mí un espíritu de trabajar en equipo y así cumplir tu voluntad.