“Nunca te olvides de lo que los amalecitas te hicieron cuando salías de Egipto. Te atacaron cuando estabas cansado y agotado” Deuteronomio 25:17-18
Tu vida no es una carrera de 100 metros. El objetivo no es llegar al final lo más rápido posible, sino que puedas terminar satisfecho y con propósito. Los Israelitas fueron atacados en el momento más vulnerable, al estar desanimados, cansados y agotados.
La causa número uno del desánimo es el agotamiento emocional o físico. Igualmente los son la frustración, el fracaso en algún área de la vida o el miedo que siempre trae desánimo. He aquí cuatro cosas que puedes hacer para empezar a vencer el desánimo en tu vida.
Resiste el desánimo: Lucha contra tu desánimo, lucha contra los que te quieren desanimar, resiste al diablo. En Santiago 4:7 dice “Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes”. El desánimo no desaparece por así nomás, tienes que resistirlo y para lograr esto necesitarás prestar atención a los siguientes puntos.
Tómate un descanso: Si estás desanimado tal vez lo primero que debas hacer es simplemente dormir un poco más de lo que estás durmiendo. Claro dirás, que eso no es posible, por miles de razones. Pero Éxodo 20:9-10 dice “Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día es un día de descanso”. ¿Déjame preguntarte estás cumpliendo con este mandamiento?
Refuerza tus áreas débiles: Es necesario saber dónde uno es más vulnerable. Debes preguntarte cuál es tu debilidad, el área donde más te ataca el diablo. En 1 Pedro 5:8 dice “¡Estén alerta! Porque el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. Nunca serás atacado en tus áreas fuertes, sino siempre en las áreas débiles.
Reenfócate en Dios: Cambia el canal de tu mente, deja de enfocarte en lo que te desanima y comienza a enfocarte en lo que Dios te ha prometido. En el Salmos 119:25 dice “Estoy tirado en el polvo reavívame con tu palabra”. Deja de escuchar y ver las cosas negativas, cambia tu canal para enfocarte en la Palabra de Dios.
CONCEPTO IMPORTANTE
El desánimo es una enfermedad mortal. No puedes ver las cosas con claridad cuando estás desanimado. No ves las cosas como realmente son y eso mata tu motivación. El problema con el desánimo es que también es muy contagioso. Si te rodeas de un grupo de personas desanimadas, te desanimarás.
Cuando estás desanimado, es porque estás eligiendo tener pensamientos desalentadores. Estás tan desanimado como quieres estar y eres tan feliz como quieres serlo. Nadie te está apuntando con el arma a la cabeza. Nadie está diciendo que debes desanimarte. Estás desanimado porque permites los pensamientos negativos.
Refuerza tus áreas débiles, sigue creciendo, reorganiza y reordena donde necesites reorganizarte o reordenarte. Por ello quisiera animarte a reenfocar tu prioridad en buscar todos los días la presencia de Dios y llenar tu mente con sus promesas.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para decirte que estoy desanimado. Confieso que tengo áreas débiles y me he descuidado. Hoy decido enfocarme en tus promesas y te ruego que me ayudes para salir de este estado.