“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito” Josue 1:8
Todos queremos que las cosas salgan bien. Lo interesante del caso es que Dios también quiere que así lo sea. Sin embargo, muchas veces no vemos lo que sucede detrás del escenario.
Josué necesitaba valor porque tenía miedo, necesitaba fuerza porque era débil y necesitaba obediencia porque era infiel. Es precisamente por ello que Dios le ofrece esta fórmula de victoria contenido en estas tres pautas.
La Palabra de Dios debe estar en tu boca: Debes hablar la Palabra de Dios, no sólo leerla, no sólo memorizarla. Hay algo muy poderoso en tomar las palabras de Dios y pronunciarlas. En Romanos 10:10 dice “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.
Jesús fue tentado en el desierto y tres veces tomó la Palabra de Dios y la puso en Su boca y se lo dijo a Satanás. Al verbalizar la Biblia declaramos Su verdad sobre nosotros.
La Palabra de Dios debe estar en tu mente: No puede estar en tu boca a menos que, primero esté en tu mente. ¿Alguna vez has escuchado una canción que simplemente cantas o silbas todo el día? Esa es la idea de tener en la mente la Palabra de Dios.
En el Salmos 119:15-16 dice “En tus mandamientos meditaré, y no me olvidaré de tus palabras”. Tienes que guardarla en tu mente. Entonces comienzas a pensar los pensamientos de Dios.
La Palabra de Dios debe ser nuestra manera de vivir: De nada sirve tener la Palabra de Dios en la mente y verbalizarla si al final no la obedecemos. Hay muchas personas que se saben de memoria versículos Bíblicos, pero nunca los aplican a su vida.
En Juan 15:7 Jesus dijo “Si ustedes se mantienen unidos a mí y obedecen todo lo que les he enseñado, recibirán de mi Padre todo lo que pidan”. En otras palabras, si quieres que todo te salga bien tienes que obedecer la Palabra de Dios.
CONCEPTO IMPORTANTE
Tenemos que alimentar la mente continuamente con todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable y todo lo que es de buen nombre. Al llenar la mente con esto ya no habrá lugar para pensamientos negativos.
La Palabra de Dios debe ser como una melodía que no puedes sacar de tu mente. Al tenerlo en la mente comenzaremos también a hablar de esto, porque de lo que está lleno la mente y el corazón de esto también hablamos.
El resultado de haber hecho este ejercicio de poner la Palabra de Dios en tu boca, en tu mente y en obediencia es la garantía para que prospere tu camino, y que todo te salga bien. Si esto funcionó a Josue también te funcionará a ti.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para hacer un compromiso de leer y meditar en tu palabra de día y de noche. Llena mi mente y corazón con tu espíritu. Ayúdame a obedecer y poner en practica tu Palabra para que todo me salga bien.