EN LO SECRETO

“No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo” Mateo 6:1

A todos nos gusta recibir la atención. Queremos que otros sepan lo bueno que somos, cuanto bien hacemos, los logros que hemos tenido. Es parte de nuestro ego que anhela esto. Sin embargo, Jesús nos enseñó a orar, ayunar y dar de manera que no llamen la atención.

Si nos tomamos en serio nuestro caminar con Dios, esto es algo que debemos hacer. Esto requiere intencionalidad y disciplina por parte del seguidor de Cristo. Estas tres actividades son prácticas fundamentales para una vida espiritual fructífera.

Ora en lo secreto: El propósito de la oración secreta es eliminar cualquier motivación orgullosa que pueda existir en ti en lograr que los demás vean tu intimidad con Dios. En Mateo 6:5 dice “Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos”. 

Si no estás dispuesto a orar en privado, cuando solo Dios te ve, entonces claramente Dios no es tu público objetivo. Por ello practica diariamente pasar tiempo a solas con Dios.

Ayuna en lo secreto: No hay necesidad de ser «heroico» cuando se trata de ayunar. El ayuno implica sacrificio personal, implica abnegación y esto no es algo para divulgar y para mostrar cuan piadosos somos. En Mateo 6:16 dice “Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que cambian sus rostros para mostrar que están ayunando”.

El ayuno es una manera de expresar nuestro anhelo de ser gobernados por Dios, y no una declaración pública de nuestra fuerza de voluntad.

Da en lo secreto: Dar tiene que ser realizado con un espíritu de humildad y sencillez, como un acto de adoración. No des para que te incluyan en una lista pública. En Mateo 6:2 dice “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti…para ser alabados por los hombres”.

En otras palabras, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha. Dar produce una satisfacción personal que no necesita ser divulgada.  

CONCEPTO IMPORTANTE

No hay duda que todos anhelamos reconocimiento personal. Nos encanta cuando alguien nos felicita por la forma en que oramos, nos admira por la disciplina del ayuno, o nos alaba por cuanto dinero damos. Pero todo esto solo alimenta a nuestro ego y crea una motivación falsa que Dios detesta.

Cuando oramos estamos en comunicación y comunión íntima con Dios. Hay momentos de oración grupal, donde todos participamos, pero cuando se trata de mi comunión íntima con Dios es un asunto privado.

Dar produce gozo. Sin embargo, debemos de cuidar la motivación de nuestro corazón al dar para que no sea motivo de exaltación personal. Dios no necesita de artimañas para llamar la atención. Él no pasará por alto lo que estás haciendo; te recompensará bien.

MOTIVO DE ORACIÓN

Señor Jesús hoy vengo delante de ti reconociendo que he realizado muchas cosas solo para llamar atención hacia mí. Hoy te ruego que me ayudes a buscarte en la intimidad para orar, ayunar y dar.

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