“Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas” Deuteronomio 8:18
¡Lo logre, soy millonario! – decía el articulo ofreciendo 10 Tips para que el lector también lo pueda lograr.
Cuando empezamos a acumular riquezas, estatus de liderazgo, y dándose a conocer por nuestra experiencia de trabajo, somos más susceptibles a caer en el pecado más feo a los ojos de Dios – el orgullo.
El orgullo es la mayor tentación para una persona exitosa. La Biblia nos dice que Dios es la razón por la que somos capaces de producir riquezas y otros logros de éxito. No proviene de nuestras propias fuerzas.
Moisés dijo “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí” (Deut. 33:15). Él había entendido que entrar a la Tierra Prometida sería un éxito total, pero sin la presencia y relación con Dios esto sería también un fracaso total.
Es Dios quien nos da la habilidad, la mente, los recursos, la energía, la unidad y las oportunidades en la vida para lograr cualquier cosa. Cuando llegamos a ser orgulloso de corazón, Dios comenzará un proceso de retirar paulatinamente su bendición porque el resiste al soberbio (Santiago 4:6).
CONCEPTO IMPORTANTE
Hoy es un buen día para examinar si he caído presa del orgullo. ¿Estas siendo el instrumento de bendición que Dios desea para Su causa? ¿Qué áreas de orgullo y de logro personal pueden haberse colado en tu vida?
Las riquezas no son el problema, porque Dios las provee como parte de su bendición. El problema central es que ellas quieren controlar los deseos y la motivación de nuestro corazón. Nunca hemos de permitir que la bendición, la añadidura, tome el lugar de Cristo en nuestro corazón.
MOTIVO DE ORACION
Pídele al Señor que te muestre hoy en donde has sido orgulloso o soberbio en tus logros. Has una oración de humillación delante de Él reconociendo que Él es el hacedor y proveedor de todas las cosas. Oremos por la economía de nuestro país, que Dios levante empresarios que son temerosos de Dios y contribuyan para Su obra.