Todo el pueblo de Israel estaba de fiesta porque habían decidido dar con mucha alegría y gozo. ¡Dar, produce mucha alegría y gozo!
“Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente. Asimismo, se alegró mucho el rey David” 1 Crónicas 29.9-10
Cuando tu das algo, dalo con alegría, con gozo porque puedes estar muy seguro que cuanto más das, más gozo sentirás. Pablo escribe: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9.7).
A Dios no le interesa cuanto tu das, el está interesado en tu actitud y motivación al dar. Tu motivación correcta tiene que estar centrada en estos 4 principios:
Dar Voluntariamente: Dios nunca obliga que nosotros demos, sino que le interesa mucho más que lo hagamos de nuestra propia voluntad. David dijo: “Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones…por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto (v.17).
Dar Generosamente: Cuando damos a Dios debemos de darle a Dios sin restricciones. David había reconocido que nada era suyo sino todo era de Dios (v.14) de modo que dio generosamente.
Pablo dice que la iglesia en Macedonia de su profunda pobreza abundó en riquezas de su generosidad (2 Corintios 8.1-2). Podemos pasar por pruebas económicas, pero recuerda que es allí mismo donde empieza tu generosidad. Dios se glorifica en medio de las pruebas económicas.
Dar Agradecidamente: Dios bendice al que es agradecido, pero al que es malagradecido siempre le irá mal (Prov. 22.9; 17.13). Para David la única forma de dar era ofrecerlo con agradecimiento en su corazón (v.13). ¡La gratitud abre la puerta a nuevos beneficios, la ingratitud la cierra!
Dar Expectantemente: Nunca jamás podremos darle a Dios más de lo que Él nos puede dar a nosotros. Este es un principio y promesa de Dios. Algunas personas dicen: “Cuando tenga más…comenzare a dar más!” ¿A quien le estamos engañando?
Pablo, nos hace recuerdo que si sembramos generosamente también cosecharemos generosamente (2 Corintios 9.6). La expectativa de la cosecha tiene que estar de acuerdo con la respectiva siembra.
CONCEPTO IMPORTANTE:
David era el líder del pueblo y el dio el ejemplo a seguir. David dijo “ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente” (v.17). Si los lideres no dan el ejemplo el resto del pueblo tampoco lo hará.
Si te has dado cuenta todas las palabras que hemos usado aquí tienen que ver con la “mente”: Voluntariamente, Generosamente, Alegremente, Agradecidamente, Expectantemente. Es curioso que si no preparas tu mente tampoco tu corazón podrá estar en sintonía con Dios. ¡Deja que Dios transforme tu mente y tu corazón!
Tu motivación para dar comienza con la rectitud en tu corazón porque esto le agrada a Dios. Jesus inclusive dijo: “No sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha” (Mateo 6:3). ¡Cuando das algo olvídalo…cuando recibas algo recuérdalo de por vida!
MOTIVO DE ORACION
Señor vengo delante de ti en este día para ofrecerte mi agradecimiento por todo lo que ya me has dado. Hoy vengo delante de ti para darte voluntariamente y agradecidamente mi ofrenda de amor. También me comprometo a dar generosamente y expectantemente de lo mucho ya me has dado en la vida.