CUIDANDO MI CUERPO

¡Tu cuerpo es un regalo de Dios! La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a cuidar nuestro negocio, el dinero, nuestro tiempo, nuestras posesiones. Sin embargo, la mayordomía es mucho más que esto. Dios quiere que manejemos cada aspecto de nuestras vidas de una manera que maximice nuestra influencia. Eso incluye cómo cuidamos nuestros cuerpos.

“¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios?” 1 Corintios 6:19

Para cumplir con lo que Dios me ha llamado a hacer necesito salud física, emocional y espiritual. Necesitarás cada pedacito de energía para completar la tarea que Dios ha puesto delante de ti. He aquí algunas pautas para cuidar de tu cuerpo.

Necesitas apoyarte en el poder de Dios: La fuerza de voluntad no es suficiente. Se necesita demasiada energía para seguir una dieta solo con fuerza de voluntad. Cada vez que dependas de la fuerza de voluntad, te estás obligando a hacer algo que tu cerebro natural no quiere hacer. Es por ello que necesitas el poder de Dios y Filipenses 4:13 dice: “Todo lo puedo en Cristo”. El Señor quiere darte de Su poder para cuidar de tu cuerpo.

Necesitas buscar ayuda de otros: Todos necesitamos personas en la vida que nos ayuden a estar saludables. Tal vez sea tu grupo pequeño, tu conyugue, un entrenador, pero necesitas a alguien que te anime para estar saludable. Pablo estaba tan preocupado por Timoteo que le escribió en 1 Timoteo 5:23 “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades”. Pablo comprendió su rol de ayudar a otros en temas de salud.

Necesitas una meta más alta: Tu objetivo de estar saludable no puede ser solo para verte bien. No está mal querer verse bien, sentirse bien o vivir más años de vida. Pero es más importante aún estar saludable y tener más energía para hacer mucho más para Dios. Esta meta te mantendrá activa y con propósito físico, emocional y espiritual hasta los 100 años y más.

CONCEPTO IMPORTANTE

Dios creó tu cuerpo como una herramienta para Su servicio para cumplir Su propósito. Una herramienta bien cuidada y en perfectas condiciones es un orgullo para Su maestro, pero una herramienta en pésimas condiciones es una vergüenza.

Muchos de nosotros somos expertos en iniciar una nueva dieta o plan de ejercicios o llenos de consejos para ayudar a otros. Pero cuando se trata de aplicar esto a mi cuerpo fallamos. Es por ello que necesito de ayuda, tanto de Dios como de otras personas.

Dios tiene muchos planes todavía para mi vida y por ello necesito cuidar de este cuerpo frágil y preciado para poder ser útil en las manos del Maestro. Has un compromiso hoy de cuidar ese templo de Dios cada minuto de tu vida.

MOTIVO DE ORACION

Señor Jesus hoy vengo delante de ti reconociendo que no he cuidado mi cuerpo como lo debería haber hecho. Hoy vengo a pedirte tu poder para tener disciplina y perseverancia. Ayúdame a vivir de manera que sea un instrumento útil en tus manos.

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